"...Creo en todas las escusas.
Creo en todas las razones.
Creo en todas las alucinaciones.
Creo en todas las mitologías, recuerdos, mentiras, fantasías, evasiones.
Creo en el misterio y en la melancolía de una mano, en la gentileza de los árboles, en la sabiduría de la luz."

Creo (fragmento final. J. G. Ballard)

lunes, 3 de octubre de 2022

lunes, 23 de noviembre de 2020

La momificación en el Antiguo Egipto

 


https://materialescienciassociales.com/2019/10/12/momificacion/

domingo, 16 de febrero de 2020

Leyenda de Rómulo y Remo

Loba Capitolina amamantando a Rómulo y Remo
El poderoso Marte, hijo de Júpiter y dios de la guerra, tuvo dos hijos gemelos con la princesa Rea Silvia, hija de Numitor, rey de Alba Longa (antigua ciudad del Lacio situada en los montes Albanos). Según la leyenda, Silvia descendía de Eneas, famoso héroe de la guerra de Troya, hijo del príncipe Anquises (primo del rey Príamo de Troya) y de la diosa Afrodita.
Numitor fue destronado por su hermano Amulio, quien ordenó a Silvia hacerse “vestal” (sacerdotisa de Vesta). El impostor Amulio, enterado del nacimiento de los niños, ordenó a un siervo matar a los recién nacidos y así acabar con su estirpe, pero el lacayo se apiadó de los niños y los puso en una cesta que dejó en el río Tíber y la corriente los arrastró. Los gemelos fueron transportados por el río y arribaron a la orilla, al pie del monte Palatino, donde fueron milagrosamente salvados por una loba llamada Luperca (la famosa “loba capitolina”), que los acogió en su cueva, protegió y amamantó.
No muy lejos de aquel lugar, en una vivienda muy pobre, vivía un viejo pastor llamado Fáustulo con su esposa Aca Larentia. El pastor encontró a los dos bebés, los llevó a su casa y la familia los adoptó. Cuando se hicieron adultos los hermanos fueron informados de su historia y decidieron regresar a Alba Longa, lugar de sus orígenes. Allí mataron al impostor rey Amulio y liberaron a su abuelo, el legítimo rey Numitor, devolviéndolo al trono.
Tras este episodio, Rómulo y Remo se propusieron edificar una nueva ciudad en el mismo lugar en el que fueron encontrados por la loba. Decidieron que uno construiría el pueblo y que el otro ayudaría. Tras preguntar a los dioses, Rómulo se fue a la cima del monte Palatino y Remo a la cima del monte Aventino. Convencido Rómulo de que él había sido el seleccionado por los dioses, tiró su lanza en el monte para encontrar el lugar adecuado. Una vez clavada en el suelo, la lanza de madera se convirtió en el Corniolus, el árbol sagrado de Roma.
Para la fundación de la nueva ciudad, los hermanos siguieron los ritos tradicionales de su época. Con la ayuda de una vaca y un toro blanco, Rómulo usó un arado para trazar la cerca de la ciudad. Pero entonces ocurrió algo impensable: Remo saltó sobre el surco, violando la línea de la futura muralla, cometiendo un sacrilegio que se pagaba con la pena capital, pues la muralla se trazaba para ser inviolable. Y, de acuerdo con la ancestral tradición, para que los dioses impidieran que en el futuro la muralla fuese vulnerada de nuevo, Rómulo se enfrentó a su hermano en lucha fratricida y lo mató con la espada.
La tradición afirma que Rómulo fue el primer rey de Roma y que gobernó aquella ciudad hasta que desapareció durante una tormenta, muchos años después, llevado, según cuentan, por su padre el poderoso Marte, hijo de Júpiter y dios de la guerra.

lunes, 10 de febrero de 2020

Mapa de los orígenes de Roma y el Imperio Romano

Los orígenes de Roma

El Imperio Romano

jueves, 6 de febrero de 2020

Sobre la numeración romana y el número cero

Han pasado algunos siglos desde que los números romanos dejaron de sernos útiles y, pese a haber caído en desuso, esta numeraración sigue ejerciendo en nuestros tiempos una fascinación sobre las mentes inquietas.
La noción de "número" y de "contar" se remonta a las épocas más cercanas a nuestra Prehistoria, y es más que probable que no haya sobre la faz de la Tierra, en la actualidad, ningún grupo humano que no tenga alguna noción de los números.
Con la invención de la escritura, en aquellos momentos en los que separamos Prehistoria e Historia, necesariamente hubo que escribir los números. Además, el primer material escrito aparece relacionado con labores de contabilidad de los templos mesopotámicos y egipcios.
Parece evidente que los seres humanos pudieron empezar a contar con los dedos de las manos. Si utilizamos una sola mano en la operación, agruparemos los números en grupos de cinco, si usamos las dos manos para contar, lo haremos en grupos de diez, pero si utilizáramos también los dedos de los pies podríamos hacerlo en grupos de veinte.
Diez símbolos se antojan un término medio, de modo que en varias culturas como la antigua babilónica contaban en base diez, empleando signos cuneiformes. Los griegos se organizaron utilizando letras del alfabeto ordenadas relacionándolas con los números. No obstante, los griegos tuvieron problemas para memorizar más de veinte símbolos diferentes, mientras que en el sistema babilónico se debían memorizar solamente tres. Además, los griegos se podían distraer fácilmente mezclando letras y números.
Los romanos, grandes observadores de su entorno, se fijaron tanto en el sistema griego como en el babilónico. Utilizaban letras pero no en orden como los griegos, sino que usaban sólo unas pocas que repetían si era necesario.
Los números I, II, III y IIII, parece que tuvieran relación con la extensión de los dedos de la mano, pero el número V podría ser la uve formada por la oposición del pulgar con los otros dedos y el diez X serían las muñecas cruzadas. La L es el cincuenta, el cien C procede de centum, la D es quinientos y la M es el número mil, que viene de mille.
Los romanos utilizaban cinco más uno para escribir VI (seis), y cinco menos uno para escribir IV (cuatro). Por convención sólo se acepta restar un símbolo, de modo que nueve se escribe IX, pero ocho es VIII. El número cuatro solía ponerse IIII en vez de IV, posiblemente debido a ser coincidente con las primeras letras de la palabra IVPITER (el poderoso dios Júpiter).
Con estos símbolos los romanos podían escribir hasta el número MMMMCMXCIX (4999), pero los romanos no permitían que un símbolo se repitiera cinco veces, por lo tanto colocaron una barra o línea sobre el símbolo numérico que quería decir que se trataba de miles:
__
III= tres mil

No obstante, a pesar de llevar miles de años teniendo nociones de la nada, al ser humano le llevó cerca de cinco mil años en concebir un símbolo que representara la nada. Parece que fue en la India donde apareció esta originalidad, aproximadamente en el siglo IX. Recogido por los árabes, que lo llamaban céfer (vacío) dio origen a la palabra cero. El nuevo sistema llegó a Occidente desde la lejana Asia y aquí lo llamaron numeración arábiga al aprenderlos de los árabes.
Este sistema novedoso terminó con la confusión entre números y letras y trajeron una gran simplicidad al cálculo aritmético, también con la presencia del número cero.

Basado en Isaac Asimov: De los números y su Historia

martes, 27 de noviembre de 2018

domingo, 18 de noviembre de 2018

Leyenda de Osiris

Osiris, dios de los muertos y de la reencarnación, símbolo de la fertilidad y regeneración del Nilo, es también el dios de la vegetación y la agricultura y preside el tribunal del juicio de los difuntos en la mitología egipcia.
Cuenta la leyenda que Nut (Diosa del Cielo), hija del Dios Ra (el Dios Sol), se enamoró perdidamente del dios Geb (Dios de la Tierra). Cuando Ra se enteró de esta relación, en medio de su furia, prohibió a Nut que en el término de un año de 360 días, tuviera hijos.
Nut llamó a su amigo Thoth (dios de la sabiduría, la escritura y la música), para solicitarle ayuda. El deseo de Ra debía cumplirse, pero Thoth tuvo una idea y desarrolló una estrategia: se casó con Selene (la diosa de la Luna) , cuya luz era entonces rival de la luz de Ra. Thoth tomó su luz y agregó cinco días más al año calendario, haciendo que el año tuviera 365 días. El plan de Thoht estaba funcionando, así Nut tuvo cinco días por año para concebir sin desobedecer la orden de su padre Ra. Después de esto, por su brillante plan, Thoth fue recompensado con la séptima luz de Selene (la Luna Nueva). Esa es la razón por la cual la luna desaparece completamente todos los meses cada siete días.
La diosa Nut consiguió sus propósitos y tuvo dos hijos y dos hijas: Osiris (Dios de los muertos y de la reencarnación), Seth (Dios de la sequía y el desierto, señor del mal y las tinieblas), a Isis (Diosa de la Fertilidad y la Maternidad), y a Neftis (Diosa de la oscuridad y de la noche).
Cuando Osiris nació, una voz exclamó: “El Rey de todos ha nacido”. Y así fue. Osiris, el primogénito, creció y se convirtió en un gran rey, colaboró con su pueblo, los ayudó a construir ciudades y templos, los adiestró en los trabajos agrícolas y en la crianza de los animales, los guió para realizar los códigos de las Leyes y les enseñó a orar a sus dioses. Aquellas tierras regadas por el majestuoso Nilo, dejaron de ser un conglomerado de tribus independientes dedicadas a la caza y la recolección, convirtiéndose en una gran Nación. Y el pueblo comenzó a adorar la tierra por donde él pisaba junto a su esposa Isis.
Pero Osiris tenía un gran enemigo, su hermano Seth, envidioso y amargado, quien conspiraba contra el rey Osiris por hacerse con su poder. Desués de muchas gestiones, Seth logró aliarse con Aso, la reina de Etiopía, junto a otros conspiradores. Consiguió las medidas exactas de Osiris y construyó un precioso cofre muy bien ornamentado.
Para conseguir librarse de su hermano, organizó un gran banquete al que invitó a Osiris y a los conspiradores. Durante la comida, Seth ofreció un extraordinario sarcófago al ganador de un desafío que planteó a los comensales: las medidas de este cofre coinciden con las de uno de nosotros, pero para saberlo tenemos que introducirnos en la caja -exclamó Seth-. Después de un rato llegó el turno de Osiris, que entró cómodamente, comprobando que él era el ganador, entonces le cerraron el sarcófaco con unos clavos especiales y lo arrojaron al río Nilo.
Enterada de aquello, Isis, hermana y mujer de Osiris, estuvo largo tiempo buscando el sarcófago por las orillas del Nilo, hasta que encontró el cadáver de su esposo y lo escondió. Pero el malvado Seth, informado del descubrimiento, engañó a Isis y se apoderó de él, y lo cortó en catorce pedazos que esparció en la imponente corriente del Nilo. Desde ese día no se volvió a ver Osiris entre los vivos.
Isis hizo reconstruir y embalsamar el cuerpo de su esposo con la ayuda del dios Anubis, quien se convirtió así en el dios del embalsamamiento. Los ruegos y hechizos de Isis resucitaron a Osiris, quien llegó a ser rey de la tierra de los muertos.
Tras resucitar Osiris nació Horus, hijo de Isis y Osiris, que años después derrotó al traidor Seth en una gran batalla erigiéndose en el rey de la tierra.
La historia de Osiris es uno de los más antiguos mitos egipcios, cuyos orígenes se pierden en las profundidades de los tiempos. Era uno de los dioses más importantes de la mitología egipcia, pues Osiris fue el Rey de Egipto y padre de Horus. Todos los egipcios, al morir, esperaban reunirse con Osiris, dios de los muertos y de la reencarnación.

jueves, 15 de noviembre de 2018

El rey Hammurabi de Babilonia y su famoso código de leyes.

Estela del código de Hammurabi
Hammurabi fue rey de la ciudad-estado de Babilonia entre 1792 y 1750 a.C., durante la etapa conocida como Imperio Paleobabilónico. Al heredar el cargo de su padre, Sin-Muballit, comenzaba una etapa de conflictos en la llanura mesopotámica por conseguir el control de las tierras fértiles.
Los anteriores monarcas babilónicos habían comenzado la consolidación de Babilonia sobre el centro de Mesopotamia, conquistando algunas de las principales ciudades-estado como Borsippa, Kish y Sippar. Cuando Hammurabi llegaba al trono, la situación era tan compleja que Babilonia tendría que competir con los poderosos reinos de Eshnunna, Elam y Asiria.
Hammurabi es especialmente conocido en la Historia gracias al desarrollo de un sistema legal en Babilonia: el llamado código de Hammurabi, uno de los compendios legales más antiguos de la humanidad.
El código contiene 282 leyes plasmadas por los escribas babilonios en doce tabletas, escritas en lengua acadia, común en toda la zona, para que pudiera ser leído por todos aquellos alfabetizados. Una de las características más llamativas es la práctica de la Ley del Talión, filosofía legal conocida por ojo por ojo, donde los castigos son muy duros, incluyendo la pena de muerte, la desfiguración y la amputación de miembros y ojos.
El código fue escrito en una estela de piedra de diorita de 2,4 metros de altura, en caracteres cuneiformes, con la finalidad de que pudiera ser vista y leída. En la parte superior de la estela hay un relieve  que representa al rey Hammurabi recibiendo las leyes directamente de manos de una divinidad, posiblemente Shamash o Marduk, al que los dioses han elegido para trasladarlas a su pueblo según se afirma en el prefacio.
Con frecuencia se han establecido paralelismos entre Hammurabi y Moisés, que recibió las dos Tablas directamente de manos de Yahvé, aunque las situaciones presentan diferencias importantes.
Los hititas saquearon Babilonia y los casitas conquistaron la ciudad, gobernando Mesopotamia durante casi 400 años, pero fueron los elamitas los que se llevaron la estela a su capital Susa. La estela fue descubierta en 1901 en las ruinas de Susa (Persia, actual Irán) y trasladada al Museo del Louvre de París, donde se halla expuesta en la actualidad.

viernes, 27 de marzo de 2015

Curiosidades. Deja un comentario con tu explicación

¿Qué ocurrió realmente con aquellos diez días perdidos? Santa Teresa de Jesús (Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada), religiosa, mística, doctora de la Iglesia y escritora española, fundadora de la Órden religiosa de las Carmelitas Descalzas, dejó este mundo el día 4 de octubre de 1582 y fue enterrada "al día siguiente", pero resulta que ese día no era 5 de octubre, muy al contrario se trataba del 15 de octubre de 1582. Durante la noche en la que la santa fue velada en la localidad Alba de Tormes (Ávila), "habían pasado diez días en el calendario".



¿Porqué cambia de fecha la celebración de la Semana Santa? La Pascua de Resurrección es la celebración cristiana que conmemora la resurrección de Jesucristo, sin embargo no coincide en una fecha determinada, pues la celebración varía entre el 22 de marzo y el 25 de abril. La Semana Santa cristiana empieza con el Domingo de Ramos y es la semana anterior al Domingo de Pascua. Este año 2015 la Pascua de Resurrección es el domingo 5 de abril. Desde el Concilio de Nicea (año 325) se celebra siempre en domingo.


¿Cómo pudo el gran Alejandro resolver aquella prueba? La expresión nudo gordiano procede de una antigua leyenda Frigia, reino situado en Asia Menor, en la que se relata que un campesino de Gordión (actual Anatolia), llamado Gordias, llevaba sus bueyes atados al yugo con unas cuerdas anudadas de modo tan complicado que era imposible desatarlas. La leyenda cuenta que un augurio avanzaba que el futuro rey de Frigia vendría acompañado de un cuervo que se posaría en su carro. Al desatar el nudo gordiano podría conquistar Oriente. Muchos lo intentaron pero fue Alejandro Magno el que al llegar a la ciudad de Gordión, tras observar aquel dilema, lo resolvió y abrió las puertas de Oriente que condujeron a sus ejércitos hasta los confines de la India.

sábado, 20 de diciembre de 2014

sábado, 8 de marzo de 2014

8 de marzo, día Internacional de la Mujer

Equality for women is progress for all

La mujer es la compañera del hombre, dotada con la misma capacidad mental...

Si por fuerza se entiende poder moral, entonces la mujer es infinitamente superior al hombre...

Si la no violencia es la ley de nuestro ser, el futuro está con las mujeres...


Mahatma Gandhi




Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo (1910)
El Día Internacional de la Mujer Trabajadora o Día Internacional de la Mujer conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona. Se celebra el día 8 de marzo. Es fiesta nacional en algunos países

La primera convocatoria tuvo lugar en el año 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, extendiéndose su conmemoración, desde entonces, a numerosos países.

En 1977 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

En agosto de 1910, en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en la ciudad de Copenhague (Dinamarca), se reiteró la demanda de sufragio universal para todas las mujeres y, a propuesta de Clara Zetkin, se proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El principal objetivo era promover la igualdad de derechos, incluyendo el sufragio (derecho al voto y a la participación política) para las mujeres.

viernes, 15 de noviembre de 2013

La ceremonia del vasallaje


La ceremonia del Vasallaje:
Es un compromiso entre señores y vasallos que se realiza mediante una ceremonia pública solemne. Consta de varias partes:
  1. Homenaje. El vasallo coloca sus manos entre las de su futuro señor y declara su voluntad de ser su vasallo, diciendo Señor, me hago hombre vuestro. El señor le responde Os recibo y tomo por hombre.
  2. Juramento de fidelidad. De pie, con la mano sobre los textos sagrados, el vasallo dice Yo te seré fiel a ti, con fe recta, sin malas artes, como un hombre debe serlo para con su señor, sin engaños a sabiendas.
  3. Osculum. El señor le dice a su nuevo vasallo Os recibo y tomo por hombre y os beso en señal de la fidelidad.
  4. Investidura. es la entrega por parte del señor de un objeto que simboliza la concesión material que se va a entregar al vasallo.

martes, 12 de noviembre de 2013

martes, 15 de octubre de 2013

Lecturas de Ciencias Sociales para grupos de la ESO (1º y 2º ESO)

1º ESO CIENCIAS SOCIALES

Salamandra

Libro: Ladrones en el Foro
Autora: Caroline Lawrence 
Editorial Salamandra
ISBN: 978-84-7888-792-7




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2º ESO CIENCIAS SOCIALES


Libro: Boabdil y el final del reino de Granada
Autora: Josefina Arteaga 
Editorial Akal
ISBN: 978-84-4602-675-4

                                                  

miércoles, 9 de octubre de 2013

martes, 10 de septiembre de 2013

lunes, 9 de septiembre de 2013

domingo, 8 de septiembre de 2013

domingo, 17 de febrero de 2013

martes, 5 de febrero de 2013

Leyenda de Maratón

Acrópolis de Atenas
La batalla de Maratón fue un enfrentamiento armado que definió el desenlace de la Primera Guerra Médica. Ocurrió en el año 490 a.C. y tuvo lugar en los campos de la ciudad de Maratón, a unos 40 kilómetros al noroeste de Atenas. Enfrentó al poderoso rey persa Darío I con los atenienses y sus polis aliadas.
En Atenas, las mujeres esperaban saber si sus maridos ganaban o perdían aquella batalla en la llanura de Maratón, pues los persas habían jurado que, tras vencer, irían a Atenas a saquear la ciudad, torturar a las mujeres y sacrificarlas junto a los niños. Al conocer esto, los griegos decidieron que si las mujeres de Atenas no recibían la noticia de su victoria antes de 24 horas, coincidiendo con la puesta del Sol, serían ellas mismas quienes matarían a sus hijos y se suicidarían a continuación. Los griegos ganaron la batalla, pero les llevó más tiempo del esperado, así que corrían el riesgo de que sus mujeres, por ignorarlo, ejecutasen el plan y matasen a los niños y se suicidasen.
El general ateniense Milcíades el joven, decidió enviar un mensajero a dar la noticia a la polis griega. Aquí se mezcla la historia con la leyenda: Filípides, el soldado griego elegido, después de haber estado combatiendo un día entero, tuvo que recorrer una distancia de unos 40 Km. para dar la noticia. Tomó aquel hoplita tanto empeño en llegar veloz a su destino que cuando llegó, cayó agotado y, antes de morir, sólo pudo decir una palabra: "Niké" (diosa de la Victoria).
Muchos años después, en honor a la hazaña de Filípides, se creó una competición con el nombre de "maratón" que fue incluida en los primeros Juegos Olímpicos de nuestro tiempo, celebrados en 1896 en Atenas, inaugurados por el Barón Pierre de Coubertin. Los 42.195 m por los que hoy día conocemos la maratón datan del año 1908, cuando se celebraron los Juegos Olímpicos de Londres. Esta distancia es la que separa la ciudad inglesa de Windsor del estadio White City, en Londres. Los últimos metros fueron añadidos para que el final de la prueba tuviera lugar frente al palco presidencial del estadio.
Esta durísima prueba atlética nos recuerda el esfuerzo y la tenacidad del ser humano en situaciones extremas, como la que protagonizó el griego Filípides tras la batalla de Maratón.

lunes, 4 de febrero de 2013

Leyenda del Minotauro

Crátera griega. Teseo mata al Minotauro.
Asterión, el fabuloso Minotauro, era un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro. El "Toro de Minos” fue concebido de la unión entre Pasífae y un magnífico toro, con motivo de una ofensa a los dioses realizada por Minos, rey de Creta. El Minotauro sólo comía carne humana y conforme iba creciendo se volvía más salvaje. Cuando la criatura se hizo incontrolable, Minos ordenó al arquitecto Dédalo construir en la ciudad de Cnosos una gigantesca jaula de la que el Minotauro no pudiera escapar. Dédalo construyó el laberinto, una estructura gigantesca compuesta por incontables pasillos que iban en distintas direcciones, de los cuales sólo uno conducía al centro de la estructura, donde el Minotauro fue abandonado.
El rey de Creta declaró la guerra a Egeo, rey de Atenas. Minos atacó el territorio ateniense y, ayudado por la peste que azotó a los asediados, conquistó Megara e hizo rendir a Atenas. La victoria de Minos imponía varias condiciones por la rendición y el oráculo de Delfos aconsejó a los atenienses ofrecer un tributo a Creta. Así, una de las terribles condiciones era entregar a siete jóvenes y siete doncellas como sacrificio para el Minotauro.
Años después de impuesto el castigo a los atenienses –habían pasado 27 años desde que se había iniciado el terror del Minotauro- Teseo, hijo de Poseidón, se dispuso a matar al monstruo y así liberar a su patria de la condena del rey Minos. Para ello, se hizo pasar por uno de los jóvenes entregados al monstruo. Era la tercera vez que catorce jóvenes atenienses iban a ser sacrificados en favor de la bestia antropófaga cuando Teseo alcanzó Creta.
Al llegar a la isla, en Cnosos, los jóvenes fueron presentados a Minos. Teseo conoció entonces a Ariadna, la inteligente y bella hija del rey, quien se enamoró de él. La princesa rogó a Teseo que se abstuviera de luchar con el Minotauro, pues eso le llevaría a una muerte segura, como siempre había ocurrido, pero Teseo la convenció de que él podía vencerlo. Ariadna, viendo la valentía del joven, se dispuso a ayudarlo e ideó un plan que permitiera a Teseo encontrar la salida del laberinto tras derrotar a la bestia. La princesa cretense le entregó una espada mágica y un ovillo de hilo el cual no se podía romper.
Según cuentan, Teseo logró escapar del laberinto ayudado por el hilo de Ariadna y después huyó de la ciudad de Cnosos junto con la princesa, tras derrotar a Asterión, el fabuloso Minotauro.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Leyenda de Argantonio, rey de Tartessos

Máscara de Argantonio
El legendario Argantonio, uno de los reyes míticos de la Antigüedad, es de los protagonistas a los que la Historia sigue buscando una explicación. Los textos de Heródoto de Halicarnaso, padre de los historiadores, hablan de una mítica ciudad ubicada en el sur de la península Ibérica, llamada Tartessos, cuyo máximo esplendor se dio entre los siglos VII y VI a.C.
Relata el historiador y geógrafo griego que, hacia el siglo VI a. de C., un barco griego que navegaba por los confines del Mediterráneo se desvió de su rumbo, por causas climatológicas, unos kilómetros más allá de las famosas columnas de Hércules (Estrecho de Gibraltar). Cuando los marineros griegos, comandados por Colaios de Samos, pensaban que el final de sus vidas estaba cerca, contactaron con una cultura que parecía dueña de una excepcional riqueza y abundancia. Sorprendidos por el hallazgo, trabaron amistad con Argantonio, el rey de aquel pueblo.
Este famoso monarca del sur peninsular pudo haber nacido, según los textos helenos, hacia 670 a. de C., y ocupó el trono de lo que parece un emporio social y minero desde 630 hasta 550 a. de C. Según los filólogos, su nombre vendría a significar "hombre de la plata", si bien algunos expertos determinan que, más que un único gobernante, deberíamos pensar en toda una dinastía, una familia integrada por varios representantes que fueron asumiendo el poder a lo largo del tiempo bajo el mismo nombre.
Son escasas las fuentes documentales sobre el origen de este pueblo ibérico, siendo las más fiables las que proceden de los textos de Heródoto, Anacreonte y Estrabón. Hasta la fecha no podemos concretar si aquel fabuloso Tartessos, tal como nos lo contaron, fue una invención de los clásicos, que utilizaron la supuesta fábula para aumentar la leyenda mitológica de sus pueblos marineros. En la actualidad se debate sobre el origen de los tartesios: unos apuntan una procedencia indoeuropea y otros una expedición procedente de tierras griegas durante el período de las colonizaciones mediterráneas. Muchos expertos han barajado la posibilidad de un Tartessos conformado por élites comerciantes que, simplemente, acumulaban los beneficios económicos de su trato con los fenicios.
Lo que parece fuera de duda, es que los navegantes griegos habrían llegado a la zona con evidente interés colonizador, dados los inmejorables recursos naturales que ofrecía aquella tierra. Argantonio habría recibido con generosidad la llegada de los helenos. Así, según la narración de Heródoto, Argantonio les entregó oro suficiente para que construyeran en su ciudad de origen una muralla que les protegiera de los ataques persas. Además, puede que el amable soberano les ofreciera la posibilidad de establecerse de manera permanente en su reino, incluso se relaciona la fundación de una colonia a la que llamaron Mainake, que se suele identificar con la actual ciudad de Málaga.
Durante la antiguedad, las tradiciones griegas y romanas mantuvieron firme el relato sobre Tartessos. En dichas historias siempre se hablaba de aquel reino como tierra de promisión y riquezas inagotables entre las que sobresalen la plata, el cobre y el estaño, materiales muy preciados por los extraordinarios comerciantes fenicios, que a cambio ofrecían sus productos manufacturados en Oriente. Los navegantes fenicios obtenían de este formidable reino tanta plata que tenían que fundirla para poder transportarla. Cuando los griegos contactaron con Argantonio y los suyos, estimaron que aquellas tierras estaban aún por explotar, a pesar de que ya lo hacían los pueblos del país del cedro (los fenicios), lo que demuestra la ingente cantidad de materia prima que generaba la zona.
Según cuentan las leyendas sobre Tartessos, este pueblo pudo tener relación con el fantástico continente perdido de la Atlántida y sus fabulosas riquezas, aquella tierra mencionada por Platón en el diálogo de Critias, que contaba con un grado superior de desarrollo, situada más allá de las columnas de Hércules en los pretéritos tiempos antediluvianos que desapareció bajo las aguas, tras la imposición del castigo divino a los hombres que obraban mal.
Existen numerosas hipótesis sobre el final de este legendario reino: unos piensan que fueron los cartagineses quienes, en su intento por asegurarse una posición de dominio en la península Ibérica, destruyeron Tartessos (sobre el 500 a. de C.) para apropiarse de sus recursos; otros aseguran que aquellos primigenios pobladores andaluces evolucionaron, siendo los turdetanos sus grandes herederos, ya que en la época romana eran los más cultos de su entorno, poseían una gramática más compleja que el resto y conservaban viejas tradiciones que ellos mismos databan en varios milenios de antiguedad.
Sea como fuere, tras los grandes descubrimientos arqueológicos de los siglos XIX y XX, se alza como un importante reto para la arqueología y los historiadores, el hallazgo de Tartessos y el legendario Argantonio, uno de los reyes míticos de la Antigüedad.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Conjunto megalítico de Stonehenge (Edad de los Metales)

El conjunto megalítico de Stonehenge es sin lugar a dudas una de las construcciones más fascinantes del mundo. Se trata de un monumento ritual prehistórico situado en Wiltshire, en la llanura de Salisbury, al suroeste de Inglaterra, datado entre los últimos periodos del Neolítico y los primeros de la Edad del Bronce (2200-1400 a.C.). Es el más famoso de los monumentos megalíticos de Inglaterra y posiblemente la estructura prehistórica más importante de toda Europa.
Se trata de un cromlech, palabra que en gaélico significa "círculo de piedras" y que normalmente se identifica con un templo. Aparentemente construido en tres fases, durante más de 600 años, está formado por grandes bloques de piedra llamados menhires (en gaélico "piedra alta") que llegan a pesar más de cuarenta toneladas y se elevan hasta los cuatro metros de altura, distribuidos en cuatro circunferencias concéntricas. El conjunto está rodeado por un foso circular de 104 metros de diámetro

Se han realizado numerosos estudios acerca de sus funciones y significado. Su utilización como templo, la relación con el firmamento, el Sol y la Luna se han relacionado con la disposición y orientación de esta construcción. 
La estructura central, en forma de herradura, está orientada de tal manera que el eje principal coincide exactamente con el lugar de salida del Sol y la luna llena está completamente perpendicular a la salida del Sol en el solsticio de verano, señala las direcciones de salida y puesta de sol en determinados días del año y establece el inicio del verano (solsticio).
Por todo ello, parece claro que la mayoría de sus grandes piedras están colocadas en relación con las posiciones estacionales de la Luna y el Sol, siguiendo patrones astronómicos.
Es muy probable que hubiera sido un templo o lugar de reunión tribal, un centro religioso relacionado con la observación astronómica dedicado a los ciclos de la vida y la muerte, poderes invisibles de la naturaleza de carácter sagrado.. 

jueves, 26 de enero de 2012

Alejandro Magno, el nudo gordiano y la conquista de Asia.

Alejandro Magno cortando el nudo gordiano, de Jean-Simon Berthélemy.
La leyenda afirma que Alejandro el Grande (356–323 a.C.), rey de Macedonia y de los griegos, tras cruzar el Helesponto,  en el año 333 a.C.,  se dirigía a conquistar el Imperio persa. Al llegar a la localidad de Gordión, capital del reino de Frigia, actual Anatolia, fue  informado de las creencias y leyendas locales. Según la tradición, en la acrópolis de esa ciudad, había un carro de oro atado con una especie de trenzado con un nudo imposible de desatar. Se decía que quien pudiera desatar ese nudo sería el rey de toda Asia.
Además, por aquellas fechas, un augurio que circulaba por ese reino afirmaba que el futuro rey de Frigia y conquistador de Asia, vendría acompañado de un cuervo que se posaría en el carro de oro, después desataría el nudo, con lo que abriría para sus ejércitos las puertas de Asia.
Alejandro sintió curiosidad por estas historias legendarias y se enfrentó al reto de desatar el nudo llamado gordiano. La ambición de Alejandro hizo que intentara desatar, sin éxito, aquel lazo imposible. Rodeado de los más importantes hombres de la ciudad y en presencia de sus generales y hombres de confianza, solucionó el problema cortando el nudo con su espada.
Esa misma noche hubo una gran tormenta de rayos, lo que fue entendido por los macedonios como un augurio del propio dios Zeus, entendiendo que estaba de acuerdo con aquella solución. Ante ello, Alejandro afirmó “es lo mismo cortarlo que desatarlo”. En apenas once años, aquel joven rey macedonio acabó conquistando Oriente. 

Mapa del imperio de Alejandro y la ruta seguida en sus conquistas.
A sus 32 años, su imperio se extendía desde Egipto y Grecia, en el Oeste, hasta el Valle del Indo, en Oriente. Fundó más de 70 ciudades, 50 de las cuales llevaban su nombre, aunque la más famosa de todas, Alejandría, la mandaría levantar en en Egipto (donde fue coronado Faraón de los dos reinos) en la parte occidental del delta del río Nilo. Con sus conquistas acercó Oriente y Occidente, además de propagar la cultura y la civilización helena por oriente.
El 13 de junio de 323 a.C., Alejandro el Grande murió en el palacio de Nabucodonosor II, en la mítica ciudad de Babilonia, envenenado, de fiebres o de malaria. Cuentan que Ptolomeo condujo el cuerpo de Alejandro hasta la ciudad de Alejandría donde quedó expuesto el sarcófago.
A su muerte, Alejandro no había dejado sucesor, pues su hijo Alejandro nacería tras su muerte y sus generales aprovecharon para repartirse aquel enorme Imperio. Fueron llamados diadocos o sucesores y mandaron, a través de Casandro, asesinar a toda la familia de Alejandro: su madre Olimpia, su hijo Alejandro, su hijo ilegítimo Heracles, etc. 
Surgieron así varias dinastías helenísticas: Tolemaica, cuyo rey fue Ptolomeo, que gobernó Egipto; Antigónida con Demetrio, hijo de Antígono Monoftalmos, como rey de Macedonia y  después también de Grecia al vencer a Casandro; Seléucida con Seleuco como monarca, que reinó sobre Mesopotamia y Siria; y Lisímaco que reinó sobre Tracia y Asia Menor.

Yugo y nudo gordiano cortado unido al "Tanto Monta", emblema de Fernando el Católico.
Como curiosidad, el lema personal del rey Fernando el Católico, Tanto Monta,  hace alusión a este nudo: lo mismo es cortarlo que desatarlo.
En español utilizamos la expresión “complicado como un nudo gordiano” para referirse a una situación o hecho de difícil solución o desenlace, en especial cuando esta situación sólo admite soluciones creativas.
También “nudo gordiano” se emplea para referirse a la esencia de una cuestión, de por sí de difícil comprensión, de tal manera que desatando el nudo, descubrimos  la esencia del problema.

lunes, 9 de enero de 2012

domingo, 25 de septiembre de 2011

La revista digital del departamento de Geografía e Historia

LA BITÁCORA DEL SARAMAGO

Podemos consultar la revista digital del departamento de Geografía e Historia del Instituto. Con el nombre de "La Bitácora del Saramago", se ofrecen noticias, artículos, presentaciones, fotografías y videos relacionados con las Ciencias Sociales, dentro de las materias que nuestro Departamento Didáctico tiene encomendadas (Ciencias Sociales, Geografía Económica, Historia del Mundo Contemporáneo, Geografía de España, Historia de España, Historia del Arte, Historia de las Culturas y las Religiones).
Además, pretendemos dar a conocer los trabajos más representativos del alumnado del Instituto. Arriba hay un enlace directo a la revista.

sábado, 24 de septiembre de 2011

La Historia de un día

Una vez, a medianoche, los hombres y mujeres tuvieron el mundo a su disposición. Durante mucho tiempo, habida cuenta de lo que sabemos, permanecieron muy tranquilos; durante la mañana y la tarde de ese día, se limitaron a vagabundear en pequeños grupos, a cazar animales con puntas y flechas, a refugiarse en cavernas y vestirse con pieles. Hacia las seis de la tarde empezaron a aprender algo sobre semillas y agricultura; hacia las siete y media de la tarde se habían establecido en grandes ciudades, en Egipto, Mesopotamia, la India, etc.
Después llegó Moisés, a las nueve menos cuarto. Tras él vinieron Buda, en la India; Sócrates, en Grecia, y Confucio en China, que se fueron todos juntos, aunque sin llegar a conocerse, hacia las diez y diez. En torno a las diez y media apareció Cristo, algo después de la Gran Muralla china y de Julio César. Veinte minutos antes de las once cae el poderoso Imperio romano de occidente y se comienzan a formar los reinos cristiano germánicos. A las once fue el momento de Mahoma.
Hacia las once y media surgieron las primeras grandes ciudades en Europa del Norte y el comercio se reactiva en el mar Mediterráneo. A partir de las doce menos cuarto aparecen los Estados modernos en Europa, de los cuales salieron hombres y mujeres a explorar y explotar el resto del mundo. Primero expoliaron América del Norte y del Sur, luego la India y, finalmente, África.
Cuatro minutos antes de la medianoche en Francia estalla una revolución que acaba con la monarquía y en Inglaterra se inventaba una máquina de vapor. Los países europeos se industrializaron. La riqueza y el poder atrajo disputas entre ellos, dos minutos antes de medianoche se desencadenó una gran guerra, a la que siguió otra semejante sólo cincuenta segundos después. En el último minuto del día esos hombres del Norte de Europa fueron expulsados de la India, de África y de muchos otros países, pero no de Norteamérica, donde se habían instalado en forma estable. En este último minuto, además inventaron armas nucleares, desembarcaron en la Luna, doblaron la población mundial y consumieron más petróleo y metales de los que habían utilizado en las precedentes veintitrés horas y cincuenta y nueve minutos. Volvía a ser medianoche, el inicio de un nuevo día.
Richardson, R: Learning for Change in World Society. Oxford Press. 1995.

jueves, 29 de abril de 2010

domingo, 4 de abril de 2010

Las siete maravillas del mundo antiguo

Las Siete Maravillas del Mundo (de arriba a abajo y de izquierda a derecha): la Gran Pirámide de Gizeh, los Jardines colgantes de Babilonia, el Templo de Artemisa en Éfeso, la Estatua de Zeus en Olimpia, el Mausoleo de Halicarnaso, el Coloso de Rodas y el Faro de Alejandría.
La lista clásica se basa en un breve poema de Antípatro de Sidón hacia (125 a. C.) o Antípatro de Tesalónica (entre 20 a. C. y 20 d. C.) en el que el poeta alaba las Siete Maravillas del Mundo. Esta lista originalmente mencionaba la Puerta de Istar en las murallas de Babilonia en vez del faro de Alejandría. Relatos posteriores efectúan dicho reemplazo.
Sin embargo, se conservan referencias de otras listas anteriores realizadas por el historiador Heródoto, o el ingeniero Filón de Bizancio, aunque sus escritos no han perdurado, excepto como referencias.
En otros texos son los Jardines Colgantes de Babilonia los que no figuran, estando en su lugar las murallas de la misma ciudad.
Todas son construcciones humanas y que los griegos pudieran admirar. No se recoge ninguna maravilla natural ni ninguna ruina, por majestuosa que ésta fuera. En parte es por eso que se habla de una octava maravilla del mundo: la torre de Babel, el zigurat de Babilonia; pero este edificio estaba en ruinas cuando llegaron los soldados de Alejandro Magno y la lista de maravillas data de años después. Esta posibilidad de una maravilla más ha contribuido a acuñar la frase Octava Maravilla del Mundo para denominar a una obra humana excepcional que se adelanta a su tiempo o muy significativa.
Estas maravillas, ordenadas según la época de su construcción, son las siguientes:
La Gran Pirámide de Gizeh. Terminada alrededor del año 2570 a. C., fue construida por el faraón Keops. Ubicada en Gizeh, Egipto, es la única de las siete maravillas que aún se puede contemplar.
Los Jardines Colgantes de Babilonia. Construidos en 605 a. C.-562 a. C. Ubicados en la ciudad de Babilonia, actual Iraq. Perduraron hasta no más allá de 126 a. C., cuando la ciudad fue destruida definitivamente por los partos.
El Templo de Artemisa en Éfeso (actual Turquía). Construido hacia 550 a. C. y destruido por un incendio intencionado en 356 a. C., Alejandro Magno ordenó su reconstrucción, culminada tras su muerte en el año 323 a. C. Este nuevo templo, que debe ser considerado como el incluido dentro de la lista de las maravillas, fue destruido a su vez por los godos durante un saqueo en el año 262.
La Estatua de Zeus en Olimpia. Esculpida hacia 430 a. C. por Fidias. Ubicada en el interior del templo dedicado al propio Zeus en Olimpia, Grecia, desapareció entre 393, año en que el emperador Teodosio el Grande prohibió el culto pagano, y 426, en que Teodosio II ordenó la demolición de los monumentos de Olimpia.
La Tumba del rey Mausolo en Halicarnaso. Construido hacia 353 a. C. y situado en la ciudad griega de Halicarnaso, actual Bodrum (Turquía). Se mantuvo en pie a lo largo de los siglos, pero una serie de terremotos hizo que hacia 1404 ya hubiera quedado reducido a ruinas.
El Coloso de Rodas. Construido entre 294 a. C. y 282 a. C. Ubicado a la entrada del puerto de la ciudad de Rodas en la isla de Rodas, Grecia, fue derribado por un terremoto en el año 223 a. C., por lo que fue la más efímera de las maravillas.
El Faro de Alejandría. Construido entre 285 a. C. y 247 a. C. en la isla de Pharos, en Alejandría (Egipto), para guiar a los navíos que se dirigían al puerto de la ciudad. Al igual que la tumba de Mausolo dio nombre genérico a todos los grandes monumentos funerarios que la siguieron, la torre de Faros (Pharos) hizo lo propio con las torres de señales para la navegación. El Faro perduró hasta que los terremotos de 1303 y 1323 lo redujeron a escombros; en el año 1480, sus restos fueron reutilizados en la construcción de una fortaleza cercana.

viernes, 2 de abril de 2010

La leyenda del ajedrez


La invención del ajedrez se ha atribuido, entre otros, a los hindúes,  árabes, persas, egipcios, babilonios, chinos, griegos, romanos, judíos, araucanos, castellanos, irlandeses, italianos y galos. Las lagunas históricas acerca de su origen contribuyeron al florecimiento de diversas leyendas, entre ellas podemos destacar la del joven Lahur Sissa.
Cuenta la leyenda, que hace mucho tiempo reinaba en cierta parte de la India un rey llamado Sheram. En una de las batallas en las que participó su ejército perdió a su hijo, lo que le dejó profundamente consternado. Nada de lo que le ofrecían sus súbditos lograba alegrarle.
Un buen día un joven y modesto brahmán llamado Sissa, que había viajado durante treinta días desde una pequeña aldea, se presentó en la corte y solicitó una audiencia al monarca. Pedía verlo para entregarle un modesto presente que, según él, lo sacaría de su tristeza, le brindaría distracción y abriría en su corazón grandes alegrías. El rey aceptó y le concedió un encuentro, y Sissa le presentó un juego que, aseguró, conseguiría divertirle y alegrarle de nuevo. Se trataba de un ajedrez. El rey quedó sorprendido con aquellas variadas piezas que representaban lo más parecido a un reino que había visto jamás sobre una mesa: allí estaban los peones, los caballos, los alfiles, las torres, el rey y la reina.
Después de entregarle un gran tablero con 64 cuadros y situar las piezas, le explicó las reglas y los avatares del juego, tras lo cual comenzaron a jugar. El rey, maravillado, jugó y jugó y su pena fue desapareciendo. Sissa lo había conseguido.
Sheram, agradecido por tan preciado regalo, le dijo a Sissa que como recompensa pidiera lo que deseara. Éste rechazó esa recompensa, pero el rey insistió y Sissa pidió lo siguiente:
Deseo que ponga un grano de trigo en el primer cuadro del tablero, dos, en el segundo, cuatro en el tercero, y así sucesivamente, doblando el número de granos en cada cuadro, y que me entregue la cantidad de granos de trigo resultante.El rey se sorprendió bastante con la petición creyendo que era una recompensa demasiado pequeña para tan importante regalo y aceptó. Mandó a los matemáticos más expertos de la corte que calcularan la cantidad exacta de granos de trigo que había pedido Sissa, es decir:
1 + 2 + 4 + 8 + …
Cuál fue su sorpresa cuando, después de efectuar los pertinentes cálculos matemáticos, éstos le comunicaron que era del todo imposible entregar esa cantidad de trigo, ya que, según estimaciones de sus ministros, suponía plantar toda la superficie de la India durante varios cientos de años para recoger semejante número de granos. La cantidad total ascendía a:
18.446.744.073.709.551.615 granos de trigo
El rey, al enterarse del resultado, se quedó de piedra. Pero en ese momento Sissa calmó al monarca y a sus ministros y renunció al presente. El joven tenía suficiente con haber conseguido que el rey volviera a estar feliz, y además había ofrecido a todos los sabios una lección matemática que nadie esperaba. Para terminar, llamó la atención del Monarca con estas palabras:
Los hombres más precavidos eluden, no sólo la apariencia engañosa de los números, sino también la falsa modestia de los ambiciosos. Infeliz aquel que toma sobre sus hombros los compromisos de honor por una deuda cuya magnitud no puede valorar por sus propios medios. Más previsor es el que mucho pondera y poco promete.Estas inesperadas y sabias palabras quedaron profundamente grabadas en el espíritu del Rey. Olvidando la montaña de trigo que, sin querer, prometiera al joven brahmán, lo nombró su Primer Ministro. Cuenta la leyenda que Sissa orientó a su Rey con sabios y prudentes consejos y, distrayéndole con ingeniosas partidas de ajedrez, prestó los más grandes servicios a su pueblo.

viernes, 26 de marzo de 2010

Quiénes eran las Musas

Las musas son nueve diosas menores que amenizan con sus cantos y danzas los banquetes de los dioses del Olimpo, dirigidas por Apolo (dios del fuego solar y de la belleza, de las artes plásticas, la música y la poesía), cerca de las fuentes del Parnaso. Algunas veces descienden a la Tierra y actúan de mediadoras entre lo divino y lo humano, concediendo la inspiración a poetas y músicos.
Estos seres, hijas de Zeus y Mnemósine, diosa de la Memoria, simbolizan las artes relacionadas con el Tiempo y la Memoria. Los romanos las llamaron camenas.
El museo era originariamente el templo de las musas, que se alzaba sobre una de las colinas de Atenas. El término música designaba en un principio al conjunto de las artes presididas por las musas, y con el tiempo pasaría a designar específicamente el arte de los sonidos.
Las nueve musas son:
Calíope proporciona el ritmo a los versos, simboliza la Poesía épica y la Elocuencia.
Clío canta el pasado de los hombres y de las ciudades, es la musa de la Historia.
Erato expresa las alegrías y las penas del amor, es la musa de la Poesía amorosa.
Euterpe fascina con el hechizo de la Música a hombres y animales.
Melpómene habla del sufrimiento y de la muerte, temas fundamentales del Teatro de la Tragedia.
Polimnia inspira a los poetas que se acompañan de la lira y preside la Poesía lírica.
Talía se burla de todas las cosas, es la musa de la Comedia.
Terpsícore se consagra a los ritmos de la Danza.
Urania es la musa de la Astronomía, canta la armonía de los astros.